Después de acabar con las becas de libros, llega la hora al comedor. La Consejería ya tiene la solución, que los niños vayan al colegio con tuppers. Idea genial si no fuera porque no hay sistemas para refrigerar toda una mañana la comida de por ejemplo 150 niños; y si no fuera porque los centros cuentan con uno o dos microondas. La multiplicación es sencilla:75 niños por microondas, a razón de minuto y medio para calentar cada plato, dan unos 112 minutos de espera para el último de la fila. Eso suponiendo que durante la espera a los niños no se les caiga su comida. También la idea es genial para generar buenos hábitos alimentarios: los padres podrán prescindir de comidas como pescado recalentado (hecho como mínimo 6 horas antes), filetes recalentados, patatas recalentadas, huevos fritos y podrán dejar a sus hijos con el clásico bocadillo de mortadela 5 días a la semana¡eso sí que es ahorro!
No hay comentarios:
Publicar un comentario